Con el procedimiento de lipoescultura, el tejido adiposo se extrae mediante una cánula que va conectada a una máquina aspiradora. No constituye, sin embargo, un tratamiento contra la obesidad ni un método de adelgazamiento, sino que consiste en una supresión efectiva y definitiva de ciertos acúmulos grasos localizados. Se trata de un tejido adiposo específico que no puede eliminarse mediante dietas o ejercicio físico, por formar parte de la constitución personal y que no se reproducirá tras su eliminación.
La lipoescultura se aplica en zonas con acumulación de grasas indeseadas: caderas, muslos, abdomen y nalgas, entre otras. Con este tratamiento lograrás eliminar la celulitis y remodelar tu cuerpo si lo deseas.
Como todo tratamiento médico enfocado a una mejoría estética, requiere a profesionales cualificados. Generalmente la lipoescultura se realiza con anestesia local. Según la zona y la cantidad de grasa a extraer, la duración de la intervención suele oscilar entre 45 minutos y tres horas. Además, las técnicas han mejorado mucho y permiten la utilización de cánulas romas muy delgadas y poco traumáticas.
Si te sometes a una lipoescultura, deberás seguir una serie de recomendaciones posteriores muy importantes para asegurarnos un óptimo resultado, tales como llevar una faja durante unas semanas y no realizar ejercicios bruscos. Se puede volver a la rutina diaria (trabajo, estudios…) al día siguiente de la lipoescultura. La mejoría es inmediata pero el resultado final se observará después de uno a tres meses.
La liposucción efectuada en una clínica reconocida te aporta, en definitiva, un tratamiento realmente eficaz para eliminar esa antiestética "forma" que te sobra y no te gusta.