La cuperosis es una alteración estética de la piel en el que se dejan ver unas pequeñas venas en diferentes partes del rostro. Las partes más afectadas son los pómulos y la nariz. Suele ir asociado con pérdida de elasticidad de la piel, rosácea, "granos", etc.
Se da en mayor porcentaje en mujeres, sobre todo aquellas con piel sensible y blanca, que se enrojece con facilidad. También aparece en las personas con problemas de microcirculación en la piel de la cara. El rango de edad más afectado son entre 30 y 50 años.
Algunos de los factores que pueden provocarnos la aparición de este trastorno cutáneo son: la ingesta de alcohol, café, picantes, estrés, trastornos digestivos, exposición excesiva a los rayos del sol o al frío intenso, uso de cosméticos irritantes…
¿Cómo podemos tratarla?
Este problema físico puede desembocar en un problema personal y social ya que nos provoca vergüenza, falta de confianza... Afortunadamente, gracias a los tratamientos es más sencillo aliviarla y hacerla desaparecer de nuestro rostro.